En mil novecientos cincuenta y dos, el general Fulgencio Batista orquestó un golpe para derrocar al gobierno en Cuba, tomó el control del gobierno del país y suspendió las elecciones. Su corrupta dictadura estaba apoyada por un ejército de cuarenta hombres, mas un joven letrado llamado Fidel Castro procuró incitar a la rebelión popular asaltando el cuartel Moncada el veintiseis de julio de mil novecientos cincuenta y tres. El ataque no tuvo éxito y Castro pasó un par de años en la prisión ya antes de ir al exilio en México. Entre tanto, un joven idealista argentino llamado Ernesto Guevara se había implicado en la actividad política de Guatemala. En mil novecientos cincuenta y cuatro, cuando el gobierno lícito de Jacobo Álvarez fue destituido por una operación militar organizada por la CIA, Guevara escapó a México. Un conocido de Guatemala le puso en contacto con un conjunto de revolucionarios cubanos en el exilio. .